lunes, 3 de septiembre de 2018

El Unicornio que no podía volar

El unicornio que no podía volar


Érase hace una vez en el país de los unicornios, dos unicornios que tuvieron un bebé unicornito. El pequeño unicornito crecía como todos sus amigos, sin embargo tenía un miedo, el pobre unicornito tenía miedo a volar.
Sus papás lo ayudaban y lo animaban, pero el unicornio no podía mover sus alitas. El pobre unicornio estaba muy muy triste, hasta llegó a pensar que sus alitas no funcionaban. Pero esto no era cierto.
Lo que pasaba, era que el pequeño unicornio no confiaba en sí mismo, se sentía muy pequeñito a lado de sus amigos unicornios. Cada vez que unicornio salía a intentar volar se echaba para atrás y huía. Los otros unicornios se reían de él y él se entristecía más y más.
Hasta que un día el unicornio les contó a sus papás porque tenía tanto miedo a volar, en realidad unicornito no tenía miedo a volar. El pequeño unicornio tenía miedo a que los demás se rieran de él si caía intentando volar.
Entonces sus papás hablaron con el pequeño unicornio, y le dijeron que todos los unicornios mayores que ya sabían volar, un día se habían caído muchas veces intentando aprender. “Cariño mío a veces es bueno caerse para intentar aprender”, “Yo me caí muchas veces, y se reían, pero a mí me daba igual porque al final lo conseguí”, mira que bien vuelo. Tu también puedes inténtalo, vamos afuera y practicas conmigo!!
“Vale, vale, pero me voy a caer” dijo unicornito. A lo que papá contestó, tu inténtalo, hay que intentarlo muchas veces y no mires a los demás. Cuando ya se estaba cansando y se estaba yendo a casa sintió algo muy extraño en sus alas como un cosquilleo y empezó a sentir como viento en su cara y de repente miró a un lado y vio a sus papás sonreír, y cada vez los veía más lejos.
!Oh dios que estaba pasando ¡¡ El pequeño unicornito estaba volando, el pequeño unicornio no se lo creía, estaba volando por primera vez. Había aprendido a volar siguiendo los consejos de sus papás. El unicornios se fue a casa con sus papás volando juntos. Y desde entonces no dejó de volar.

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